Un nuevo día comienza para mí. Nuevo curso, nuevos compañeros y más tíos que querrán ser
mi novio. Todo por tener el cuerpo perfecto pero me jure no enamorarme no después de eso. No
quiero volver a sufrir como aquella vez, no. Ahora me toca a mí jugar con los tíos.
Llegué a la entrada donde esperaban Marta y Sofría, entrada triunfal como siempre todos los
chicos mirándonos, sobre todo, a mí. Que asco solo les interesa lo que les interesa, pero
que mejor táctica que ir de flor en flor, todo por lo de aquella vez.
Maldigo a ese tío por lo que me hizo, pero lo pasado pasado está.
Yo llevo una minifalda vaquera que quita el hipo a cualquiera, un top rosa y unas botas
altas. Marta lleva unos vaqueros simples y una camiseta verde de tirantes con converses y
Sofría, va con un pantalón corto, camiseta de manga corta azul y sus converses negras
preferidas.
Nos dirigimos a nuestra clase obviando a los tíos que se les caía la baba al vernos.
Entramos y nos colocamos en nuestro sitio habitual de cada año junto a la ventana. Me giré
y empecé a hablar con Marta:
-Haber quien viene nuevo este curso
-Jaja, déjame alguno ¿no?
-Hija alguno te dejare tal vez el más feo.
-Sabes una cosa, como sigas así, un día te vas a enamorar de verdad y ese chico hará lo
que tu haces con todos
-Já, eso nunca
-Tú dices eso pero pasará.
-Mira Marta callate ya siempre con lo mismo.
-Es que es la verdad, por jugar tanto van a jugar contigo
-Vale lo que tu digas
-Te has vuelto demasiado cabezota.
-No, lo que pasa es que me he hecho una coraza, ya no siento pena por ningún tío. Que les
jodan!
-Yo estoy con Ana.
-Sofía mejor callate que esto no es tu conversación.
-Mira me da igual, pero eso no lo decides tú joder, tu no decides si te enamoras o no, tu
no decides acerca de lo que debes sentir o lo que no, tu no decides que tu corazón se
encapriche de este o no, es el que lo decide, sin pedirte permiso, se enamora aunque tu no
quieras.
Sin embargo la conversacion tuvo que dejarse de lado porque había aparecido una señora
bastante joven a mi parecer para ser profesora.
-Buenos días, me llamo Bárbara y voy a ser vuestra profesora de Literatura.
-Uf Literatura que asco de asignatura.
-Mire, no se como se llama, pero cállese y atienda sino quiere llevarse una amonestación
-uhh, que miedo
-Mire me ha enfadado expulsada de mi clase, vuelva cuando haya terminado esta clase.
-Pues vale, alee adiós profe!
Salgo directamente de clase y me siento a esperar. Cuando de repente, veo salir a un chico
guapísimo del aula de al lado. Es moreno y creo que con ojos marrones, me quedé
simplemente hipnotizada
Se me acerca y me pregunta:-¿Qué haces tú aquí?
-Lo que a ti no te importa.
-¡Eh! ¿Por qué me hablas así?
-Porque me da la gana. ¿Algún problema?
-Maleducada
-Para maleducados están los tíos.
-Jaja, y las chicas como tú.
Le eché una mirada asesina y él fijo sus ojos en los mios. Cómo se atrevía a aguantar mi
mirada. Pero no pude más y me perdí en esos ojos color miel. Desperté de mi asombro cuando
el empezó a hablar.
-Hola? Tierra llamando a....¿Cómo te llamas?
-Imbécil, me llamo Ana ¿y tú?
